No se imaginan la cantidad de correo que hemos recibido de gente preocupada por todo lo que ellos creen que pasará este año, un temor inducido en gran parte por lo exhibido tanto en Internet como en televisión. Lo más triste es que a menudo citan a charlatanes reconocidos internacionalmente como “expertos” en ufología y todo ese tipo de tonterías que han lavado el cerebro a la gente.
Por todos es sabido que la televisión, adecuadamente apodada “caja idiota”, es un medio masivo que influye en la opinión y hábitos de millones de personas alrededor del mundo. Por este motivo es que se vuelve peligrosa cuando en un noticiero –algo que podría considerarse serio- se habla sobre la posibilidad de que algo ocurra en o alrededor del 21 de diciembre de 2012. Señores, sí, ustedes, los periodistas, si hicieran realmente bien su trabajo e investigaran se darían cuenta que nada ocurrirá en esa fecha y evitarían así alarmar a la gente que –desgraciadamente- cree ciegamente en lo que se muestra en pantalla.
Existen programas en que se ponen al mismo nivel y se valora de igual manera la opinión de un “experto” astrólogo y el conocimiento de un astrónomo. ¿De qué estamos hablando? ¿Cómo puede saber un astrólogo que un planeta imaginario llamado Nibiru impactará la Tierra en diciembre? Es increíble que siquiera le den el espacio a este tipo de gente –llámese chanta, charlatán, magufo o como sea- que dudosamente saben algo de física básica, y menos aún de astrofísica, y sólo se basan en que “los mayas lo predijeron” o que “está escrito en las tablillas sumerias”, afirmaciones que además son erróneas. Entonces, ¿a quién le creerá la gente, al charlatán que dice sin pruebas que Nibiru existe o al hombre de ciencia que ha dedicado parte de su vida a estudiar el Sistema Solar? La respuesta es obvia: al primero, ¿por qué? Simple; en general, la gente prefiere creer que este planeta imaginario existe y la NASA nos lo oculta –hablaré brevemente de eso- en lugar de escuchar lo que el astrónomo nos explica porque para poder entender a éste último es necesario pensar un poco…
En la gran mayoría de los casos en que se invitan a científicos a programas de TV, los panelistas no hacen más que apoyar, tal vez de manera inconsciente, la posición de los chantas haciendo afirmaciones del tipo “pero la ciencia no lo sabe todo…”. Es cierto, la ciencia no lo sabe todo, pero nunca un científico lo ha afirmado tampoco y creo que nunca lo harán. La ciencia busca la verdad valiéndose de métodos y años de investigación.
Muchas personas han vendido todo lo que tenían y se han retirado a sitios remotos porque creen, por alguna razón, que si ocurre un cataclismo ellos no se verán afectados. ¿Qué harán cuando amanezca el mundo intacto el día 22 de diciembre de 2012? Bueno, de alguna manera tendrán que volver a su vida normal… claro, sólo si desean hacerlo.
Ha habido casos de gente que se ha suicidado por miedo a la fecha. ¿Dónde están los responsables de esto? Caminando libres y sin remordimiento por las calles, pensando en qué gastar el dinero que han ganado a costa de quienes han creído sus mentiras.
Pero bueno, la televisión a veces se queda pequeña frente a Internet, ya que en éste último puedes encontrar un sinfín de blogs apocalípticos –cuyos responsables muchas veces no son capaces de dar la cara- a cualquier hora del día y sin ningún tipo de filtro, a diferencia de la TV.
De hecho, el ya conocido Pedro Gaete, ingeniero de la Universidad de Chile y director del Observatorio Sísmico Solar, forjó su fama principalmente mediante Internet, que es donde otro chanta bien conocido en Chile, Juan Andrés Salfate, lo encontró y comenzó a seguir. Luego, el señor Salfate haría que saltara a la fama exponiendo sus dudosas predicciones de sismos generados por el arma de geoterrorismo HAARP. Si quiere saber por qué esto no es cierto les recomiendo leer este blog. Tampoco nos podemos olvidar de los brasileños de Quake Red Alert que afirman predecir terremotos. Lo curioso no es que la gente de Quake Red Alert no sean científicos pues es algo de esperar (de hecho es la regla #1 para ser un chanta), sino que todos sus miembros son publicistas… Nada que decir. Todos estos señores y otros chantas no hacen más que ganar dinero en la televisión a costa de la ignorancia y mala, poca o inexistente educación de los televidentes en términos científicos.
Cada cierto tiempo aparece gente que afirma saber cuándo se acaba el mundo. (Harold Camping es un ejemplo reciente.) Sin embargo, el 21 de diciembre de 2012 será un día normal, los charlatanes desaparecerán con las inmensas sumas de dinero que han ganado durante estos años, aparecerán otros apocalípticos y volverán a desaparecer, y así sucesivamente.
¿Qué podemos hacer nosotros? Por nuestra parte seguiremos desmintiendo los mitos que se relacionen directamente con la astronomía o sus ciencias afines, al igual que un puñado de otros blogs en español que combaten contra la pseudociencia.
¿Qué puede hacer usted? Informarse, desde luego, pero de verdad. No se conforme con lo que se expone en televisión o Internet, investigue por usted mismo y contraste información. Si algún amigo cree en todas estas… emmm… cosas, invítelo también a investigar por sí mismo y a no quedarse sólo con lo que escuchó en televisión o leyó en Internet.
¡La NASA lo está ocultando!
Y para el final (aunque no está directamente relacionado con el tema de 2012, Internet y la televisión), uno de mis temas favoritos y una de las excusas más repetidas por los charlatanes: la NASA nos está ocultando la realidad.
Volvamos al ejemplo de Nibiru. Primero, asumamos que existe, que tiene un periodo orbital de 3.600 años –lo que afirman los charlatanes-, un perihelio de 0,984 UA (igual a la distancia de la Tierra al Sol el 21 de diciembre de 2012, para asegurarnos de que llega muy cerca de nosotros) y que su tamaño es igual al de la Tierra, entonces el 1 de abril de 2011 el planeta se habría encontrado a 7,2 UA y su magnitud hubiese sido 4,8 (fácilmente visible con un par de binoculares). El 1 de julio de 2012 se encontraría a 2,76 UA y su magnitud sería de 0,2 (¡visible a simple vista!). Ahora, existen miles de astrónomos aficionados alrededor del mundo, no asociados ni dependientes de alguna agencia espacial, que ya nos hubiesen alertado en caso de haber descubierto que Nibiru se acerca a nosotros y la NASA ni nadie podría haber hecho nada para evitarlo.
Además, afirman que la NASA encubre algunos temas eliminando o editando fotografías de naves extraterrestres obtenidas por sus observatorios, y cambiando informes que muchas veces nada tienen que ver con la agencia, pero al mismo tiempo la NASA es tan torpe que no es capaz de mantener en silencio a algunos de sus científicos o ex-científicos que no revelan su nombre (qué extraño).
Si de verdad hubiese algo que la NASA nos oculta, seguramente muchos científicos lo hubiesen comunicado y muchos otros confirmarían el hallazgo, pero hasta ahora eso no ha ocurrido.